Trabajos académicos

La producción académica personal es el resultado un tanto caprichoso de circunstancias de diversa naturaleza. Unas mediadas por imperativos del llamado contexto institucional; otras, se generan de forma un tanto misteriosa en los recovecos de nuestra biografía más íntima. En la realidad, en nuestras producciones hay un poco de todo, aunque predomine uno u otro tipo. Entre el primer tipo de circunstancias se encuentran las que son el resultado de encargos contractuales, de invitaciones de colegas, de compromisos profesionales varios, de respuestas a demandas de las agencias que orientan la investigación, la condicionalidad de la financiación, el oportunismo de subirse al carro de las modas temáticas por su mayor rendimiento académico y tantas otras circunstancias similares.  El segundo tipo es más difícil de clarificar. ¿Por qué nos atraen personalmente unos temas más que otros? ¿Cómo, cuándo y porqué se generan nuestras querencias investigadoras más personales? ¿Qué relación tienen con nuestra biografía? Hay temas o cuestiones recurrentes que aguardan agazapadas en el sustrato de nuestra conciencia, emitiendo señales o voces de diferente intensidad y claridad para que les demos respuesta; son como pulsiones para mirar determinados paisajes del mundo, de la historia. Uno se decanta con cierta preferencia por unos u otros temas o problemas que no se explica sólo o siempre por las circunstancias “objetivas” del primer tipo antes señaladas. Más bien responden a factores subjetivos, de nuestro yo. En unos casos, las circunstancias externas refuerzan esas querencias, en otros las ignoran o las sepultan, pero siempre están ahí y de alguna forma acaban aflorando. Y he constatado, que, en los tramos finales de la trayectoria de nuestras preocupaciones intelectuales, se vuelve al centón de problemas y temas vemos que alumbraron nuestros pasos juveniles por el descubrimiento del mundo. Son como asignaturas pendientes, aunque nunca nos examinemos de ellas definitivamente. Pero ahí están, produciendo ese hormigueo intelectual que tienen mucho de vocacional, es decir, de pasional. Y una salida habitual, si no se materializa en escritos, es en forma de lecturas. Una vuelta a autores y temas de lectura (que son temas de indagación personal). Palabras que nos han acompañado en nuestras vidas. Así, pues, en el origen de nuestras investigaciones y publicaciones académicas confluyen todos esos ríos de confusas aguas, más o menos caudalosas, algunas subterráneas, pero que a veces afloran allí donde menos te lo esperas.

I: DIVERSIDAD BIOLÓGICA, CONOCIMIENTO LOCAL Y DESARROLLO

Publicado en la revista Agricultura y Sociedad, nº 77, oct-dic., 1995, pp. 127-146.

II. MODERNIZACIÓN AGRARIA, MODERNIZACIÓN ADMINISTRATIVA Y FRANQUISMO: EL MODELO EDUCATIVO Y ADMINISTRATIVO DEL SERVICIO DE EXTENSIÓN AGRARIA (1955-1985)

Cristóbal Gómez Benito, Emilio Luque Pulgar. Publicado en la revista ÁREAS, nº 26, 2007, páginas 131-149.

III. LA AGRICULTURA Y LA SOCIEDAD RURAL EN LA OBRA DE JULIO CARO BAROJA (1914-1995)

Publicado en Historia Agraria, n.º 42, agosto 2007, pp. 111-132.

IV. LA CONTRAPOSICIÓN RURAL/URBANA O LA PERSISTENCIA DE VIEJOS LUGARES COMUNES

El texto se publicó en 2017 en el libro de Guadalupe Ramos Truchero y Graciela López de la Fuente (Eds.) ESTEREOTIPOS.